Docentes de la UNLP paran miércoles y jueves en rechazo al ajuste del Gobierno
La Asociación de Docentes de la UNLP adhiere a la medida de fuerza nacional de CONADU con paro sin asistencia para el 11 y 12 de junio. Se definieron nuevas protestas, y este jueves se convocará a una asamblea clave para continuar el reclamo.
El conflicto universitario suma una nueva semana de tensión: docentes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) realizarán un paro de 48 horas este miércoles 11 y jueves 12 de junio, en el marco de una medida nacional impulsada por la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), a la que adhiere la Asociación de Docentes de la UNLP (ADULP).
La medida, como en anteriores oportunidades, será sin asistencia a los lugares de trabajo, por lo que se prevé que las actividades académicas en la mayoría de las facultades estén completamente suspendidas durante ambos días. La decisión fue tomada tras un plenario de secretarios generales de CONADU, que evaluó la crítica situación presupuestaria y salarial del sistema universitario público, profundizada desde la llegada de Javier Milei al Gobierno.
La principal demanda del colectivo docente es una recomposición salarial urgente, la reapertura de paritarias y el incremento del presupuesto para la educación, la ciencia y la tecnología. Reclamos que, tras más de siete meses de conflicto, aún no han tenido respuesta por parte del Ejecutivo nacional.
En paralelo, ADULP convocó a una Asamblea General Extraordinaria para este jueves a las 18 horas en la sede gremial ubicada en calle 6, donde se definirán los próximos pasos del plan de lucha. El gremio platense ya anticipó nuevas acciones: entre el 17 y el 19 de junio se realizarán actividades de visibilización en la ciudad y, además, se prepara una nueva Marcha Federal Universitaria, prevista entre el 23 y el 27 de junio.
El conflicto promete escalar aún más hacia fin de mes, cuando está previsto otro paro de 48 horas, aun sin fecha confirmada. En este contexto, desde ADULP advierten que la falta de voluntad de diálogo por parte del Gobierno podría seguir agravando una crisis que ya afecta el normal funcionamiento de las universidades públicas de todo el país.