Cayó la banda del "caza abusadores": Youtuber de la La Plata hacía torturas, escraches falsos y transmisiones en vivo

Cinco detenidos, entre ellos un menor, integraban una organización liderada por un youtuber de La Plata que simulaba atrapar pedófilos. Las víctimas eran torturadas y expuestas en transmisiones en vivo. La investigación descubrió que muchas acusaciones eran falsas y fabricadas para ganar audiencia.

Lo que comenzó como una supuesta “caza de pedófilos” terminó siendo una pesadilla real para múltiples víctimas: una banda liderada por el youtuber platense Brandon Joaquín Maldonado, conocido como Brando Lee, fue desarticulada tras meses de violentas transmisiones en vivo donde se torturaba a hombres bajo falsas acusaciones.

Maldonado, de 29 años y con más de 80 mil seguidores, se presentaba como un justiciero digital. Su fórmula consistía en simular ser menor de edad para atraer adultos a través de redes sociales o apps de citas. Una vez concretada la cita, las víctimas eran emboscadas, golpeadas, forzadas a realizar actos denigrantes y grabadas en vivo para canales como Kick.

La excusa de exponer abusadores terminó siendo un disfraz para prácticas extremas de violencia física y psicológica. En uno de los casos más graves, un hombre de 40 años fue citado a un departamento en la Avenida Corrientes por una joven apodada “La Carnada”. Al llegar, fue retenido durante más de dos horas, torturado y humillado ante miles de espectadores. Para justificar el ataque, la banda mostraba chats manipulados y luego divulgaba los datos personales de la víctima, desencadenando hostigamiento público.

La investigación avanzó luego de que se descubriera que uno de los implicados tenía 17 años. Con intervención del juez de menores Cristian Von Leers y un análisis digital minucioso, se logró rastrear al grupo durante una de sus transmisiones. El operativo policial culminó el 2 de abril con la detención de los cinco integrantes.

Si bien solo hay una denuncia formal, las autoridades confirmaron que los videos que aún circulan en la red prueban la existencia de otras víctimas. El grupo enfrenta cargos por privación ilegítima de la libertad agravada, coacción, y participación de un menor en hechos delictivos. Las penas podrían alcanzar los 25 años de prisión.

El caso abre un debate urgente sobre los límites de la exposición digital, la viralización del escarnio y el rol de las plataformas que permiten la difusión de violencia bajo la excusa de justicia por mano propia.